La icónica foto de Abbey Road y el mito de la “muerte” de Paul McCartney
El 8 de agosto de 1969, a las 11:35 de la mañana, los Beatles salieron de los estudios EMI en Londres para tomarse una foto que se volvería una de las portadas más famosas de la historia de la música. En apenas diez minutos, el fotógrafo escocés Iain McMillan capturó a John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison cruzando la senda peatonal de Abbey Road, en la esquina de los estudios donde grababan el álbum homónimo.
La sesión fue idea de McCartney, luego de descartar un plan inicial de fotografiarse en el Himalaya para un disco que iba a llamarse Everest. Con el tránsito detenido por un policía, los Beatles cruzaron varias veces hasta obtener la toma perfecta. Paul eligió la quinta foto de la serie, donde todos marchaban al mismo paso.
El álbum Abbey Road salió en septiembre de 1969, siendo el último que grabaron juntos. Sin embargo, la portada desató un fenómeno conspirativo: se interpretó como un “mensaje oculto” que confirmaba el rumor de que Paul había muerto en 1966 y había sido reemplazado por un doble. La teoría señalaba que McCartney aparecía descalzo, que Lennon vestía de blanco como un sacerdote, Ringo de negro como un empleado funerario y George de mezclilla como un sepulturero. Incluso la matrícula del Volkswagen que aparece en la imagen —LMW 28IF— fue leída como “Linda McCartney Widow” y “28 años si…”.
Años después, Paul aclaró la verdad: “Era un día caluroso y llevaba sandalias. Me las quité. No hubo ningún significado especial”. El mito, sin embargo, ya había quedado inmortalizado junto con la imagen, sellando para siempre la leyenda de Abbey Road.

